viernes, 14 de agosto de 2009

Sos tan débil...

Te detestó! Te detestó!

Amo esa rola de Shaila.

No he sabido que escribir últimamente, no me gusta escribir para llenar un rato de ocio.

Estoy viendo un vídeo de no sé dónde, pero realmente ODIO la forma que tienen los españoles y los sudamericanos de COMERSE las consonantes al hablar.
Al decir "Pescaíto, vamo, se escuchan uno paso, ntonce" y así U.u
Una masacre perfecta de la lengua U.u

Ammm... Me han pasado cosas raras últimamente.
Lo primero que se me viene a la mente es la "desaparición" de Napoleón, mi gata.
Es una gata bastante altiva, despectiva, mamona, grosera, mala onda. Pero es MI gata.

Ah, sí, se supone que desapareció durante algo así como 3 días, y era bien raro, porque siendo una amante de las comodidades es como ilógico que salga al mundo gatuno real.
Bueno, estuvimos... en realidad, estuve inquieta (nadie aprecia mucho a Napo por su caracter) en ese lapso de tiempo.

Le rogué a mi madre que subiera a buscarlo en un cuarto desocupado del piso de arriba que esta justo arriba de mi recámara, porque había estado escuchando ruidos bastante extraños...
Mi mamá me dijo que ya había subido a ver y no había visto nada.

Claro, mi mamá es medio distraída, porque la noche en que me comento que no había visto nada, tuvo que ir a buscar algo a ese cuarto y encontre a la pobre Napo, encerrada ahí.
No sé si nadie la escucho maullar o no maullo la muy zonza, pero en fin, después de que salio de su cautiverio despareció un día (Es que un gato tiene su dignidad) y al siguiente día, ya todo regreso a la normalidad.

Escucho un cover de Diazepunk que me encanto!!

Ayer estuve viendo algunos vídeos de presentaciones del coro en el que estoy, jaja, bastante emotivas.
Amo tantísimo la música!!
Y cantar, también amo cantar.

Escuchar un sonido y tratar de simularlo, buscar un tono, bajar y subir por la escala musical sintiendo la vibración de mi voz, balancearme suavemente al escuchar una rola sabrosa como John Solo, cerrar los ojos e imaginarme cosas con música relajante como Explosions in the Sky o Whyme, marcar el ritmo de una canción de Panda con el pie mientras voy sentada camino a la prepa, viendo por la ventana.
Mover los labios sin emitir sonido alguno, dibujando las palabras de alguna rola pesada, sintiendo el significado de cada sílaba de las que componen las canciones.
Transformar mis emociones de acuerdo a la música que escucho, pasar de una alegría agresiva a una melancolía tranquila mientras el iPod cambia de canción.
Imaginar historias abstractas que expliquen lo que siento, que otras personas puedan interpretar, que alguien pueda conocerme mejor que yo.

Y es que, a pesar de todo, al ver el espejo me sigo preguntando porque no hay nadie ahí.