domingo, 27 de marzo de 2011

El carnaval.


El día de hoy fue una de las fiestas del pueblo que está junto a mi colonia, en ese pueblo vive la mitad (o más) de mi familia paterna.

Mis tíos le dan de comer a todo el pueblo en estás fechas (o sea, como 5 fiestas al año) y realmente saben como agasajar a sus invitados.
Mi tía es como una multitalentosa; cocina muy rico, cuida a sus nietos, despacha en 2 accesorias y hace tamales, o sea, una mujer como hay pocas en estos tiempos.
Mi tío... pues digamos que su principal ocupación es la política, pero es chido. Y la segunda es ser esposo de mi tía, que lo trae marcando el paso. (Como Dios manda)

Hoy, bueno, ayer, le ofrecieron a los bailarines, a la banda y al resto del pueblo, esas famosas carnitas estilo Michoacán que de michoacanas nomás el nombre, porque que yo sepa nadie de mi familia es de allá, y esas estuvieron a cargo de otro tío que fue a cocinar.
Como primero es la familia, obvio llegamos nosotros primero y comimos muy sabroso. Apenas acabábamos de comer, cuando llegaron los carnavaleros y nos paramos hechos la madre para dejarles el lugar, pasando mis papás a instalarse cómodamente en la sala, mientras yo me jodía el lomo ayudando a mis tíos a servir.

Como pusieron un montón de naranjas partidas a la mitad con chile piquín, ya debe imaginarse que tan pegajoso estaba el suelo antes de que sirviéramos los platos, debido a la chiquillada carnavalera.

Y ahí andaba yo, con platos de salsa o de tortillas en las manos, esquivando cuidadosamente a borrachines, a señoras que me decían "si me regalas esto o aquello" y a las que respondía sonriendo dulcemente mientras les indicaba que primero me habían pedido que les sirviera a los bailarines y a la banda, y también a chamacos del demonio con caras llenas de moco y bolsas de chicharrones en las manos.

Después me puse a rellenar las jarras de agua de jamaica, como hacía calor la gente no paraba de pedir y pedir y pedir más agua, por lo que pronto se acabo el gran tonel que habían hecho y amenazaba con estallar una riña entre mi tío y mi tía porque al parecer, mi tío había querido hacer dos y mi tía no se lo permitió, pero fue zanjada rápidamente al mandar mi abuela a mi tío a hacer más agua a la cocina.

Me escabullí en cuanto pude y fui a la sala, donde mis papás estaban viendo la tele y tomando un rompope que mi tío, en un instante de rebeldía, les había servido.

Conocí a mis nuevos sobrinos... es raro, parece como si de repente salieran de quien sabe donde. Bueno, conocí al hijo de mi prima Leslie, y como estaba llorando (el bebé, no Leslie) mi mamá lo agarró y lo domeño en 2 sacudidas. El niño se durmió (no sé su nombre, pero creo que aún no tiene porque no lo han bautizado y se refieren a él como "el bebé") y después llego su hermana, Alejandra, con un berrinche espeluznante porque quería una alegría y como estaba enferma del estómago no podía comer eso. Se la paso gritando al menos 1 hora "compráme una alegría" y cuando su papá empezaba a mostrarse irritado, empezó a gritar más fuerte acariciándole la cara y diciendo, bueno, más bien balbuceando "perdóname papá".
Para romperle el corazón a uno, no?
Pues no, a los 10 minutos, cuando su papá le dijo que la perdonaba, empezó con la cantinela anterior "compráme una alegría, compráme una alegría, compráme una alegría, compráme una alegría" y así hasta el infinito.

Luego, unos 20 minutos después, una vez que mi mamá solucionó el berrinche de Ale cargándola y alejándola de sus papás, se fueron a ver bailar a los carnavaleros, quedandóme yo sola en la sala con mi papá, uno de mis tíos y el hermanito de Ale, que de repente empezó a llorar, y para que se callara lo aupé, pero como eso no parecía funcionar, le di su biberón y ya se calló. Luego intenté hacerlo eructar, creo que no lo hice bien, porque aunque eructo también me vomito encima.

Nadie nunca me había vomitado encima antes, así que supongo que fue un suceso trascendental aunque nada agradable, porque no es agradable que te vomiten encima, aunque sea un bebé.

Después de que llegara Leslie a atender a su vomitón, le pedí a mi papá que nos fueramos porque quería darme una ducha y además ya era algo tarde. Nos despedimos de todos y salimos, mi papá se encontro a unos amigos de la juventud y se tardo como media hora platicando con ellos mientras mi mamá y yo nos congelabámos en la calle, porque el lerdo tenía las llaves del coche y nomás no lo abría.
Llegando a casa me dí un buen baño pero ya me traume y creo que sigo oliendo a vómito de bebé.

Que día más rarito, no?

viernes, 25 de marzo de 2011

De cuando estaba de moda tener el corazón roto.


En el año 2007, creo, entre a la preparatoria por fin.
Como hasta ese entonces mi universo estaba reducido a uniformes feos y a filosofía jesuita, podría decirse que no había vivido casi nada interesante, solo sabía que había gente buena y mala, gente como yo y gente diferente y eso era todo.

Ir a una ENP fue grandioso, hasta un poco aterrador.
Cuando entre, me asignaron el turno vespertino, de 2 a 9, me parece, y eso para una niña que no salía de su casa ni a la esquina después de las 4 fue como un respiro de libertad.

Realmente la regué al hacer tooooodooo lo que hice, echar desmadre, volarme clases para estar con mis amigos o con mi novio (ahora ex) pero bueno, bien dicen "si la juventud supiera y la vejez pudiera, qué cosa no se hiciera?"

Ah, pero ese no es el tema.

Cuando yo era jovenzuela y despreocupada, cuando salía de la escuela para comprarme una malteada de galleta en el lapso en que debía de estar en matemáticas o en lógica o en algo así, cuando iba a la tiendita de cerca de la entrada a comprarme un boing de manzana para aplacar la sed, todo, absolutamente TODO estaba lleno de "emos".

Creo que todos los que lleguen a leer este blog tienen más o menos una idea de que es un emo, pero por si acaso les diré que eran esos muchachitos flacos flaaacooos, con jeans entallados que nomás no dejaban nada a la imaginación, llenos de imagenes de calaveras rositas, con Vans o Converse bien mugrosos para mostrar lo poco que les importaba estar a la moda, con ese fleco tapándoles un ojo y así bien pálidos y algo asexuados. Algo más o menos así como los de la imagen de arriba.

Antes de que me acusen de intolerante o algo así, no, no odio a los emo, de hecho algunos meses antes de entrar a la prepa escribí en otro blog que tenía y era sobre Panda, que no entendía a la gente que los odiaba nomás por ser emos. Creo que ha sido lo más leído que he escrito en toda mi vida y me saca de onda porque aunque lo vea con buenos ojos debo admitir que es no es ni remotamente brillante, pero como era la moda, ps a lo mejor fue por eso.
Inclusive considere la opción de volverme emo, pero ciertos factores me lo impidieron (cómo que jamás podré ser talla 0, o que mi mamá se persignaba toda asustada al ver a uno), pero en fin, que se le hace?Intenté superar mi trauma por no poder ser emo y ps fui más o menos normalita.

Ah, sí, estaba en que en la prepa para donde quiera que miraras había emos. Pues sí. Había.

Lo gracioso del asunto es que se distinguía a los emos de verdad de los fashionistas por una simple razón: los emos de verdad no ríen.
No es broma! Es como si al enseñar los dientes los emos "reales" se fueran a infartar o así.
Y los otros estaban platicando con sus otros amigos emo-fashionistas mientras esperaban su torta de enchiladas o chilaquiles, nunca supé bien de qué era. Y ps obviamente eso no se hace si eres emo, básicamente por 1 razón: La comida emo consistía en un juguito y 1 o 2 galletas.
Bueno, yo conocí a una chica emo-real que fue mi amiga durante mucho tiempo hasta que de repente se desapareció de la faz de la tierra y jamás volví a verla.
Ah, sí, pero eso no era de lo que iba a hablar.

Los emo son lo que distingue a mi generación tanto como Crepúsculo distingue a está nueva juventud (Iuuuugh).
Supongo que era una moda adolescente que sí logro superar. Es decir, los emo eran como... ammm... pues eran como no sé, las almas afligidas de ese entonces.
Yo siempre he sido más o menos histriónica, entonces me sentía identificada con muchas cosas.
No digo que todo sea real, porque al fin y al cabo no he vivido lo suficiente como para poder decir de verdad que el amor apesta y que mejor me muero, pero de que me han dado ganas, me han dado ganas.
Los emo practicaban una serie de cosas un poquito extrañas a mi parecer, pero que creo que hice todas en algún momento: Una anorexia existencial, un cierto desorden mental que los llevaba a creer que su vida era la única que era difícil y claro que no podía faltar la inestabilidad emocional que les daba esa tonalidad paliducha con esas ojeras violetas a causa del sueño huido mientras meditaban en porqué siempre los lastimaban.
Ah, pero lo que más me gustaba de los emo no era su cabello liso, ni sus cortadas en los brazos o piernas, lo que realmente me atraía de ellos era la música que escuchaban y que yo sigo escuchando (ja, pobre escuincla).
Obviamente y aunque muchos fans lo nieguen/neguemos, Panda tuvo su faceta emo y fue la que más éxito le deparo.
Cita en el quirófano, por ejemplo. O todo su tercer disco.
Pero yo no me quede en el ámbito músico-emo-nacional; claro que además de escuchar a Panda, a Thermo, a División Minúscula y a los Chunkys, o a otros grupos en español como Caramelo de Cianuro, Dulce Agonía, Rojo Melanic y Rufio también escuchaba a bandas gringas para sentirme bien hardcore y porque me gustaba cuando gritaban xD Infaltable Alesana, Inhale Exhale, Forever in Terror y Dr. Acula por nombrar a algunos.
También escuchaba música emo-fresa, o sea, ya no eran así guitarrazos ni gritos desgarradores, sino más bien melodías melancólicas con voces suaves, que conocí navegando por el MySpace cuando aún no estaba lleno de chacas o de floggers, como Secondham Serenade, Mal Momento, y ya no me acuerdo de cuáles otras.

Bueno, lo que tenían en común todas esas bandas (además de que me gustaran) es que todas hablaban del desamor, la soledad, los corazones rotos y demás fruslerías adolescentes, que la verdad yo cantaba con mucho sentimiento -que no experimentaba- y que el día de hoy me han sido muy útiles para desembarazarme de ciertos recuerdos incómodos. Y para decir sin decir: MUERTEE A TODOS LOS HOMBRES!! PERROS DESGRACIADOOOOS!!

Ok, no.