viernes, 25 de marzo de 2011

De cuando estaba de moda tener el corazón roto.


En el año 2007, creo, entre a la preparatoria por fin.
Como hasta ese entonces mi universo estaba reducido a uniformes feos y a filosofía jesuita, podría decirse que no había vivido casi nada interesante, solo sabía que había gente buena y mala, gente como yo y gente diferente y eso era todo.

Ir a una ENP fue grandioso, hasta un poco aterrador.
Cuando entre, me asignaron el turno vespertino, de 2 a 9, me parece, y eso para una niña que no salía de su casa ni a la esquina después de las 4 fue como un respiro de libertad.

Realmente la regué al hacer tooooodooo lo que hice, echar desmadre, volarme clases para estar con mis amigos o con mi novio (ahora ex) pero bueno, bien dicen "si la juventud supiera y la vejez pudiera, qué cosa no se hiciera?"

Ah, pero ese no es el tema.

Cuando yo era jovenzuela y despreocupada, cuando salía de la escuela para comprarme una malteada de galleta en el lapso en que debía de estar en matemáticas o en lógica o en algo así, cuando iba a la tiendita de cerca de la entrada a comprarme un boing de manzana para aplacar la sed, todo, absolutamente TODO estaba lleno de "emos".

Creo que todos los que lleguen a leer este blog tienen más o menos una idea de que es un emo, pero por si acaso les diré que eran esos muchachitos flacos flaaacooos, con jeans entallados que nomás no dejaban nada a la imaginación, llenos de imagenes de calaveras rositas, con Vans o Converse bien mugrosos para mostrar lo poco que les importaba estar a la moda, con ese fleco tapándoles un ojo y así bien pálidos y algo asexuados. Algo más o menos así como los de la imagen de arriba.

Antes de que me acusen de intolerante o algo así, no, no odio a los emo, de hecho algunos meses antes de entrar a la prepa escribí en otro blog que tenía y era sobre Panda, que no entendía a la gente que los odiaba nomás por ser emos. Creo que ha sido lo más leído que he escrito en toda mi vida y me saca de onda porque aunque lo vea con buenos ojos debo admitir que es no es ni remotamente brillante, pero como era la moda, ps a lo mejor fue por eso.
Inclusive considere la opción de volverme emo, pero ciertos factores me lo impidieron (cómo que jamás podré ser talla 0, o que mi mamá se persignaba toda asustada al ver a uno), pero en fin, que se le hace?Intenté superar mi trauma por no poder ser emo y ps fui más o menos normalita.

Ah, sí, estaba en que en la prepa para donde quiera que miraras había emos. Pues sí. Había.

Lo gracioso del asunto es que se distinguía a los emos de verdad de los fashionistas por una simple razón: los emos de verdad no ríen.
No es broma! Es como si al enseñar los dientes los emos "reales" se fueran a infartar o así.
Y los otros estaban platicando con sus otros amigos emo-fashionistas mientras esperaban su torta de enchiladas o chilaquiles, nunca supé bien de qué era. Y ps obviamente eso no se hace si eres emo, básicamente por 1 razón: La comida emo consistía en un juguito y 1 o 2 galletas.
Bueno, yo conocí a una chica emo-real que fue mi amiga durante mucho tiempo hasta que de repente se desapareció de la faz de la tierra y jamás volví a verla.
Ah, sí, pero eso no era de lo que iba a hablar.

Los emo son lo que distingue a mi generación tanto como Crepúsculo distingue a está nueva juventud (Iuuuugh).
Supongo que era una moda adolescente que sí logro superar. Es decir, los emo eran como... ammm... pues eran como no sé, las almas afligidas de ese entonces.
Yo siempre he sido más o menos histriónica, entonces me sentía identificada con muchas cosas.
No digo que todo sea real, porque al fin y al cabo no he vivido lo suficiente como para poder decir de verdad que el amor apesta y que mejor me muero, pero de que me han dado ganas, me han dado ganas.
Los emo practicaban una serie de cosas un poquito extrañas a mi parecer, pero que creo que hice todas en algún momento: Una anorexia existencial, un cierto desorden mental que los llevaba a creer que su vida era la única que era difícil y claro que no podía faltar la inestabilidad emocional que les daba esa tonalidad paliducha con esas ojeras violetas a causa del sueño huido mientras meditaban en porqué siempre los lastimaban.
Ah, pero lo que más me gustaba de los emo no era su cabello liso, ni sus cortadas en los brazos o piernas, lo que realmente me atraía de ellos era la música que escuchaban y que yo sigo escuchando (ja, pobre escuincla).
Obviamente y aunque muchos fans lo nieguen/neguemos, Panda tuvo su faceta emo y fue la que más éxito le deparo.
Cita en el quirófano, por ejemplo. O todo su tercer disco.
Pero yo no me quede en el ámbito músico-emo-nacional; claro que además de escuchar a Panda, a Thermo, a División Minúscula y a los Chunkys, o a otros grupos en español como Caramelo de Cianuro, Dulce Agonía, Rojo Melanic y Rufio también escuchaba a bandas gringas para sentirme bien hardcore y porque me gustaba cuando gritaban xD Infaltable Alesana, Inhale Exhale, Forever in Terror y Dr. Acula por nombrar a algunos.
También escuchaba música emo-fresa, o sea, ya no eran así guitarrazos ni gritos desgarradores, sino más bien melodías melancólicas con voces suaves, que conocí navegando por el MySpace cuando aún no estaba lleno de chacas o de floggers, como Secondham Serenade, Mal Momento, y ya no me acuerdo de cuáles otras.

Bueno, lo que tenían en común todas esas bandas (además de que me gustaran) es que todas hablaban del desamor, la soledad, los corazones rotos y demás fruslerías adolescentes, que la verdad yo cantaba con mucho sentimiento -que no experimentaba- y que el día de hoy me han sido muy útiles para desembarazarme de ciertos recuerdos incómodos. Y para decir sin decir: MUERTEE A TODOS LOS HOMBRES!! PERROS DESGRACIADOOOOS!!

Ok, no.

2 Gozosas glosas:

E-T-A-G... Dion dijo...

Exactamente lo que diría una emo
que asco me das

Pamela dijo...

Yo también te quiero, zopenco ¬¬

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