martes, 28 de mayo de 2013

De galletas y llantos.

Viernes en la tarde. 
¿Qué hacen los muchachos de tu edad los viernes en la tarde?, tú revisas que la cocina esté impecable, que es lo que tu mamá dice que es lo primero que debes hacer antes de cocinar.
Bien, ¿ya está todo en su lugar? Sí, ahora ve a prepararte, lava tus manos hasta los antebrazos, cepilla debajo de  tus uñas y recoge tu cabello, no vaya a ser que un pelo llegue a la masa y estropeé todo.
Pesa los ingredientes, poco a poco, recuerda que hay que cernir la harina por lo menos 2 veces para que no se hagan grumos al batir, y ten cuidado con la mantequilla que dejaste fuera del refrigerador para que sea fácil acremarla porque puede ensuciarte.
Suspiras recordando las palabras de tu mamá al pedirle un mandil “Sólo las criadas usan mandil” te resignaste a eso, aunque los regaños por como quedabas después de amasar las primeras veces todavía te hacen un nudo en la garganta.
Muele las almendras, crudas y con cáscara, el ingrediente secreto para las galletas de canela que tu mamá ama tanto, que siempre son un lindo regalo para tus amigas (bueno, las amigas de tu mamá, ya ni te acuerdas de la última vez que saliste con chicas de tu edad). Separa las yemas de las claras mientras recuerdas el secreto que está esperando a que lo abras, en el primer cajón de tu armario.
Te detienes, paralizada. Sacude la cabeza como si ahuyentarás una mosca, quizá eso te ayude a dejar de pensar en eso.
No, no ayuda. Vas hacia tu cuarto y te paras en la entrada, empujas la puerta y tu reflejo en ese espantoso espejo de marco metálico te sobresalta. Regresa a la cocina, deprisa.
Te abalanzas sobre los anaqueles, buscando la canela en polvo como si se te fuera la vida en ello. Está atrás de todas las especias, ¿ya la viste?, ahora ten cuidado, mide 2 cucharadas, deja de temblar o arruinarás todo.
Acrema, mezcla, integra… Cuando añades la ralladura de limón, te rompes.
Deja de hacer ruido, no solloces tan fuerte, no querrás que los vecinos se enteren de lo triste que estás ¿o sí?, levántate del suelo, ya no eres una niña, contrólate, por un demonio.
Límpiate la nariz y lávate las manos. Ahora corta papel aluminio y pon la masa en el, debe reposar cuando menos una hora en el refrigerador.
Te recargas en el lavaplatos después de meter las tazas, cucharas, el rodillo y todo lo que usaste en él. Enciéndelo.
Vas a la sala y te quedas como embobada viendo el jardín. Que tulipanes tan descoloridos ha dado últimamente, en lugar del rojo sangre que se supone debían ser, los últimos han sido rosa mexicano.
¿Sangre? Oh, no, vuelves a pensar en el secreto.  Bueno, ya que debes esperar 40 minutos más antes de hornear las galletas, te da tiempo de ir a develarlo.
Camina bien, deja de arrastrar los pies, no es como si fueras al patíbulo, esquivas tu reflejo y te paras frente al armario. Respira, no olvides respirar.
Abre el cajón, no hay una bomba ni nada por el estilo.  Ahora saca el sobre, ábrelo con cuidado, pareces anciana con Parkinson por el modo en que tiemblas.

¿A dónde vas ahora? La sala, bien pensado, necesitas sentarte. Abre el sobre de una buena vez y termina con esto.
 NEGATIVO.
Bien por ti, contrólate y ve a hornear esas galletas o se hará muy tarde, deja las carcajadas de alivio para otro día.
.................

Ésta historia no es autobiográfica, lo único real aquí es la receta de las galletas. Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia. O cotidianidad.


jueves, 16 de mayo de 2013

Recuerdos de mis borracheras juveniles...

No sé porqué se me vino a la cabeza esto, pero quiero documentarlo antes de que se me olvide más de lo que ya se me olvido.

Creo que empecé a beber a los 16 años (mamá, si lees esto, recuerda que eres ignaciana y los golpes no lo son), con amigas.
Escribo amigas porque es verdad, sólo recuerdo 3 o 4 ocasiones en las que bebí en presencia de algún muchacho, supongo que hasta para eso era mojigata.

Muchas de estas "borracheras" eran en un parque cercano a la prepa, todo comenzaba los jueves o viernes antes de las 12, alguien decía "Como que me antojo un Kosako" y todas decíamos "Va, saliendo vamos al parquecito".
Como teníamos un presupuesto bastante limitado y éramos unas 7 niñas, cooperábamos para comprar los más despreciables brebajes que había porque eran baratos y pegadores.
Excepto Tonayán, nunca en mi vida bebí eso, tengo un poquito de dignidad todavía.

En fin, cuando bien nos iba o era alguna celebración especial, conseguíamos comprar una botella de Oso Negro o Reyes y éramos muy felices, comprábamos un vaso de unicel en una juguería.
En contadas ocasiones íbamos a casa de una amiga y ahí nos poníamos a escuchar música, fumar y bailar, nos sentíamos bien malas tipo las Skins parties, ja, que ilusas (Nunca he ido a ninguna de esas densas de verdad, pero me gustaría ir a observar).

En estos momentos recuerdo 3 borracheras, pero claro que hubo más.
La primera se dio en la casa de la amiga que les menciono, yo había provocado sin querer, lo que la hizo memorable.
El chiste es que era la primera peda en la que invitábamos a un niño, era un chico buena onda que sabía preparar tragos porque su tío era bartender, entonces estábamos felices, abrimos bolsas de frituras y en un rato nos sentimos a platicar todos.
Lo memorable ocurrió en ese rato, mientras platicábamos el chico se fue inclinando hacia otra amiga hasta quedar recargado en ella, y ella solo atinaba a verlo con una sonrisa estúpida en la cara (la típica sonrisa que pones cuando ya no sabes ni que onda) y empezaron a acaramelarse. Obviamente las que estábamos menos mal, los separamos y fue de no mames, que paso?
Luego de eso, mi amiga quedo con un trauma severo porque bautizamos esa tarde con su nombre debido a lo que había pasado.
Creo que en esa fiestecilla, también varias tuvimos que vomitar en cubetas antes de irnos (no debíamos llegar intoxicadas a nuestras casas) porque el baño estaba ocupado. Muy teen, no?

La segunda fue en el parque, fue en la fiesta de otra amiga, N., que era la que más aguantaba. Compramos varias cosas, pero por primera vez probábamos el Reyes y puff, eso noqueó a todas las que le entraban durísimo. N. quedo completamente despatarrada en el pasto, boca abajo y toda la onda, y como todas estábamos muy felices, nadie la ayudaba a levantarse porque nada más de intentarlo nos daban ataques de risa fortísimos. Hasta que llego el chico de la borrachera pasada, X., le pondremos.
X. levanto a N. del suelo tomándola por las axilas y N., fúrica, empezó a gritar:
- Pinche X. pendejo, suéltame, pendejo.
N. sólo pendejea cuando ya está muy ebria, pero X. se ofendió y la soltó, obviamente N. fue a dar al piso de nuevo, no metió ni las manos y desde el suelo volvía a gritar:
- Pinche X. pendejo, ¿por qué me soltaste, wey?
Eso hizo que me riera mucho, y todavía me saca una sonrisa, fue genial!
Creo que en esa peda vi un poco de marihuana por primera y única vez en la vida, sólo la vi, realmente nunca me he drogado.

La tercera fue una ocasión especial también, para ese año una amiga, la Peque, se había cambiado de prepa y no la veíamos muy seguido, entonces fue a la prepa y armamos algo rápido. No sé, o más bien, no recuerdo como se corrió la noticia de que algunas íbamos a ir a beber, porque de pronto otro chico nos prestó su casa y más compañeros empezaron a dar cooperación. Creo que esa vez tomamos Oso Negro y algunas cervezas.
Recuerdo que empecé bien hardcore porque quería estar feliz y tenía que llegar a las 5:30 con mi papá y ya eran como las 4, entonces puff, tome mucho y rápido.
Lo memorable aquí fue después, la Peque y yo nos fuimos primero que nadie y tomamos la misma ruta. Mi cel empezó a sonar mientras caminábamos y nos reíamos como idiotas por sabrá Dios qué, y como no lo encontraba, tuve la genial idea de vaciar mi mochila a media calle y ponerme a buscar. Lo bueno es que era una zona segura, sino creo que nos hubiera ido muy mal.
Bueno, quien llamaba era mi mamá, y yo, aguantándome la risa como podía, le dije que me iba a regresar con mi papá.
Tomamos el metro (yo siempre me pierdo en el metro) y a la Peque le daba miedo dejarme sola, pero ella también debía llegar temprano a su casa, pero de todas formas supe que podía contar con ella.
Mi papá no se dio cuenta de nada cuando llegue.

Creo que a pesar de que estás borracheras se podrían considerar muy light para los experimentados ya que ninguna me causo cruda o me valió las amenazas de ser internada en una clínica, ni probé sustancias ilegales, en retrospectiva creo que mi adolescencia valió mucho la pena.
He dejado de beber porque estoy defectuosa y al parecer, el alcohol agrava mis males, además, la última vez que lo hice y fue realmente grave, fue por una idiotez, entonces no quiero agarrarle gusto ni nada así. Mejor dejarlo por la paz.

Ah, por cierto, recuerdan el desmayo y esas cosas raras? Al parecer el diagnóstico no fue acertado porque me tomaron la presión otra vez y está muy muy normal. No sé si la vez pasada estaba alterada o el aparatejo ese que usan no sirve /:
Bueno, hoy dormí mucho, así que aunque no tengo demasiado sueño, ya no me duele la cabeza ni me siento mareada.
Tal vez lo que necesitaba era descanso.

Fin de la eufórica nostalgia por mi juventud.

miércoles, 15 de mayo de 2013

The battles of your youth...

Escucho música "emo" mientras me emociono terriblemente. Tipo 30 STM o Je suis la lune.

Hoy tuve una discusión con mis padres, fue algo estresante.
El asunto es que mi salud no mejora y eso apesta, pero al hablar con ellos es como si fuese culpa mía estar defectuosa o como si lo disfrutara mucho.

Lo que me ocurre es gracioso, parece ser que mi corazón da más presión cuando deja de bombear cuando lo hace, porque mi presión diastólica es mayor que la sistólica, lo cual significa que tengo la presión alta aunque no lo este realmente.

Bueno, eso causo que me desmayara el lunes, creo. Odio estar enferma, pero la verdad es que no me siento mal, el lunes no sé ni como paso. Me levanté a abrirle la puerta a mi mamá, me sentí mareada y Parsifal entro, me empujó levemente y lo siguiente que recuerdo es que mi mamá gritaba como posesa el nombre de mi papá.
Tengo un moretón que duele cuando lo toco en una pierna, pero eso es todo. No hay porque armar drama, aunque lo cierto es que a mi también me dio miedo al inicio.
Sí, es que tener un antecedente familiar de cáncer cerebral no ruleá cuando tienes síntomas que pueden ser producidos por algo así.

Yo no quiero morir solo, en ésta grande espesura, ésta vida es muy dura (8)

Bueno, dejando de lado todo este choro sobre mi salud, que nadie me ama y probablemente muera de una enfermedad con mi nombre, realmente temo estar aburrida.

No tengo nada que hacer y siento la monotonía caer sobre mi como toneladas de nieve, enterrándome, quemándome, me quedo inmóvil y cae aún más.
No sé que puedo hacer.

Estoy tratando de reunir a más ex alumnos, pero no es algo que absorba bien mi tiempo, es decir, no es algo que pueda hacer en un horario fijo y medianamente extenso y la falta de actividad en mi vida me desespera.

Ya me cansé de releer mis libros, y buscar otros sencillamente puede conmigo, así que no sé que más hacer.

Lo único que logra sacarme de mi letargo es la música, pero eso es sólo mientras dura la canción, y después de buscar otra que tenga el mismo efecto en mi es algo frustrante.
Mis amigos están demasiado lejos.

Vi una peli que odie mucho, sobre una mujer súper desanimada, con unas ojeras horribles y unas bolsas enormes que odiaba a su familia pero no hacía nada para arreglarla y me di cuenta que la odie porque es probable que yo sea así y arrgh, odio mucho eso.
No es que crea que la mujer debe estar siempre muy bien arreglada y ser el alma de la familia, pero descuidarse tanto echando la culpa a tu familia es horrible. Y creo que lo estoy haciendo ):

Lo único que me distrae un poco es hablar por teléfono, pero hasta para eso me quedo sin temas de conversación y eso es exasperante.

Creo que optaré por leer cosas nuevas.

lunes, 13 de mayo de 2013

¿Porque quieren que me quede en silencio?*


Momentos de bajones y cansancio.

No sé qué diablos me pasa, estoy muy susceptible, me parece que todo el mundo se mete conmigo y es odioso.

Sé que se supone que debería ser tolerante y que no es bueno tomarse las cosas tan en serio pero ayy, es difícil para mi.
Es difícil para mi aceptar que no existes en la realidad (8)

Recordar me es complicado. No porque me sea difícil manejar las emociones, sino porque recuerdo realmente muy poco y entonces deseo haber escrito más en tiempos anteriores para poder evocar momentos que seguro fueron muy buenos y ya olvide. No sé si completamente, creo que no se puede olvidar completamente, es decir, cuándo no recuerdas algo y alguien te dice "Oye, ¿te acuerdas de esto?" se hace luz en tu memoria y puedes recordar, a menos que hayas estado bajo influjo de algo raro y de plano tengas lagunas mentales.
Pero ¿cómo pude olvidar tanto tiempo? AÑOS ENTEROS.
A lo mejor no recuerdo que hice en esos años porque no fue muy impresionante... Relevante no sé, pero creo que si hubiera hecho otra cosa o dejado de hacer algo no estaría escribiendo aquí en este preciso instante estas palabras.

¿Será peor quedarse sin hacer nada a hacer algo malo?
¿Son peores los que deciden que los que se abstienen?

Ya no estoy segura si soy trigo o cizaña, pero me consuela saber que aunque sea una mala hierba, podré dar frutos aunque no sean los que todos esperan.
Yo no sé si tengo sueños y eso es muy triste.
Tengo esperanzas, eso sí, pero ¿una esperanza puede ser lo mismo que un sueño? Tengo esperanzas, aunque no muchas puestas en mi, siento que no he hecho gran cosa y tengo la esperanza de hacer algo que ayude a alguien algún día.
Quizá este sea mi único sueño, ayudar a salvar una vida.
Pero ya ven, me meto de Redentora y salgo crucificada, jajaja.

¿Porque somos mejores cuando sufrimos? Somos más sensibles, más empáticos, solidarios, delicados.
Cuando somos felices nos reímos bien alto, como burlándonos de este mundo, sin importarnos que haya quien está llorando.
Es extrañísima la conducta humana.

Me gusta reírme y llorar alto. Sí.

*Metáfora imperecedera, Roxana T. E. Beltrán.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Cuando estoy fuera de mi soledad, estoy en el exilio.*


*




Ayer me sorprendí muchísimo. Creo que por más que lo intentes, nunca puedes conocer bien a las personas.
Es raro que me haya sentido herida por algo que supongo, fue sin intención, pero me molesta que por una decisión mía todos me vean como si fuera un bicho raro cuando al tomar esa decisión no elegí esa opción para destacarme.
Es decir, supongamos que a mi no me gusta usar escote, tengo derecho a no usarlo y a que no me critiquen por mi decisión que no afecta a nadie. Y yo respeto a quienes toman una decisión diferente a la mía (que son la mayoría).
Pero si yo no me siento preparada, o no me siento cómoda para seguir a los demás (siguiendo con ese ejemplo, al ponerme escote) ¿por qué se me ve raro? ¿Por qué creen que tienen derecho a juzgarme o a criticarme sin saber las razones por las cuáles decidí eso?
Es algo doloroso.

Bueno, cambiare de tema porque no es algo agradable para mi exponer esto. 

Hoy empecé a ver "Léolo", les pongo el trailer arriba.
Me gusta mucho esa peli, no sé, Leo se atrinchera en su imaginación y es un lugar impenetrable hasta que se enamora. Es tan real.

Yo me he evadido mucho, de distintas formas, algunas han sido francamente estúpidas, pero desde pequeña practico mi favorita y es leer.
Cuando lees te transportas completamente, te enamoras de personas que no conoces, hueles perfumes imaginarios, lloras y lloras y se te rompe el corazón cada vez que llegas a las últimas páginas.
Pero aunque se te rompa el corazón, no es un Dolor verdadero, es decir, siempre puedes comenzar a leer otra vez, aunque no experimentes del mismo modo que la primera vez que abres un libro, a veces te das cuenta de muchas cosas que antes te pasaron inadvertidas o te detienes a reflexionar sobre algo que la primera vez te pareció insulso.

Ay, si madurar significa dejar de ser apasionado yo no quiero serlo.
Creo que la pasión pasa por pruebas difíciles, y a veces hay que aprender a encausarlas para que otros no te manejen, pero debe ser terrible no poder apasionarte nunca.

A Dion le dije una vez que yo prefiero a un Hamlet que a un Romeo, Hamlet me parece más apasionado que Romeo.
Se necesita valor para poder sufrir y fuerza para no volverse adicto a ello.
No estoy necesitada de amor o de atención, o bueno, eso me parece a mi, pero siempre he sentido las ganas de poder meterme en la cabeza de alguien como un stalker, es decir, lo suyo es pasión o es enfermedad?
Sea lo que sea, supongo que a muchos no les gustaría tener a alguien así, la pasión en estos tiempos es vista de una manera rara. Si te apasionas por algo eres un "clavado" y te evitan. Que raro. A mi me gusta la gente apasionada, aunque les apasionen cosas diferentes que las que me apasionan a mi.
Me gusta ese brillo en los ojos, es especial, te hace querer emularlo, querer ver todo con los ojos del apasionado para experimentar ese fuego.
Creo que me gustan esas personas porque aunque me apasione la pasión, me dan letargos con regularidad. 

Hace mucho que leí La Náusea por última vez, pero todavía sigue en mi. Sólo que yo no quiero escapar para poder vencerla. Yo no tengo una Annie.

A veces me atormenta que mis recuerdos no sean nítidos.

martes, 7 de mayo de 2013

Detrás del sol yo veo una armonía destruida por las sombras tercas. *

Es bueno platicar con amigos.
Desde ayer no dejo de hacerlo, no sé porqué me han hecho confidencias, pero es muy agradable que confíen en ti.
Me gusta leer lo que escriben, no sé, siento que me hace conocerlos más.
Y sí, también soy un poco chismosa, pero los chismes los guardo para mi.

Creo que cada día aprendo más, no sé, hoy me sorprendí a mi misma al alegrarme mucho por encontrar en el mercado limones mexicanos, pequeños y con mucho jugo, aunque estaban algo caros.
Supongo que también en la simpleza existe belleza y que por fin abro los ojos para verla.

Salí a caminar un rato con mi mamá y Parsi cuando ella llego de la ofi, fue algo bonito a pesar de que casi no había gente porque la policía y el ejército han estado intimidando a los que están en la plaza en la noche. Es raro que la situación haya cambiado tanto en un lapso tan corto de tiempo, me pregunto si entre los avances tecnológicos, la mercadotecnia y la inseguridad los hijos de mi generación saldrán a jugar en la calle alguna vez.
Bueno, no es que yo lo haya hecho mucho durante mi infancia, pero supongo que tenía la opción de hacerlo y me gustaría que ellos también la tuvieran.

Hoy cociné, me encanta cocinar, creo que es de las cosas que más me gusta hacer.

Y auch, teniendo una conversación con uno de mis amigos dijo algo muy doloroso.
Se me quitaron las ganas de escribir.

*En el centro del año, Jaime Labastida.

domingo, 5 de mayo de 2013

Amo y soy moribundo...*

Hoy fue un día muy interesante. Bueno, ayer. El sábado, pues.

El viernes me desvelé un poco, me dormí como a las 3 de la madrugada escuchando música después de jugar un rato con Parsifal.
Parsifal no sabe jugar a la pelota, así que para tener un juego casi convencional, debes tener dos pelotas a la mano, arrojas una y cuando regresa hacia ti con la pelota en el hocico, debes hacer que la suelte haciendo como que lanzas la otra y así cada vez.
Es un poco raro, pero es nuestro perro y lo amamos mucho. Ya tiene hijitos, son 7 y viven con su mamá.

Escuchaba música de mis tiempos (bien oldie yo, no?) y no sé, recordé lo que mi papá me decía cuando escucha a Los Beatles "la música puede transportarte en el tiempo" y vaya que tiene razón, recordé mis tiempos de secundaria, luego mi época en la prepa 5 y todo bien chulo.

Bien, el chiste es que me desvelé y no quería levantarme hoy, pero tenía una junta con los ex alumnos del Instituto Patria además de las reuniones semanales que tengo con otros patriotas (sin contar con que Napoleón me fue a maullar que soy la responsable de su alimentación y que me apurara, que estaba siendo una humana nefasta y demás groserías gatunas), así que me desperecé y fui a servirle su comida, después me fui a desayunar y a platicar un rato con mi mamá.
Llegamos al Patria algo apurados, y la sesión fue extraordinaria. 

Me encanta la teología de la liberación. Es tan... Ignaciana. Y no sé, aunque sueno medio weird ya considero a Jesús mi hermano. 

No recuerdo si les platiqué aquí en el blog mi experiencia sobre Casa sobre la roca, creo que no, pero se las reseño brevemente.
Un fin de semana, cuando recién me habían operado, me ofrecí a acompañar a mi mamá a un retiro todo raro para señoras de esta pseudo Iglesia que a mi me parece más secta-lavacerebros que otra cosa, pero como la había invitado una mujer que también trabaja (o trabajaba, no sé) donde ella trabaja, creí que no estaría taaan mal.
El retiro duraba todo el fin de semana y yo pensé "Bueno, por qué no? A lo mejor hay más chavas de tu edad o a lo mejor hay actividades divertidas o a lo mejor aprendes algo bueno y te acercas más a Dios" Pero no paso nada de eso.
Fue en uno de esos hoteles feos gringos franquicias, era algo tipo convención y eran puras señoras de la edad de mi mamá o mayores que ella.
Bueno, fue HORRIBLE.
Además de que no podía estar quieta mucho tiempo en una posición porque me sentía más incómoda que un panista en entrevista con Aristegui, me pareció un fraude, una farsa horrible destinada a manipular a quienes se encontraban en un estado de vulnerabilidad. 
Entre otras cosas, te obligaban a vomitar para "expulsar tus pecados", a pedirle perdón a la virgen María de rodillas porque por tu culpa y tus pecados y tu existencia su único hijo fue crucificado, a  dar alaridos gritando "Te perdono" y a más cosas teatrales acompañadas todo el tiempo por pastoras o dirigentes gimoteando que ellas fueron grandes pecadoras y que Dios las perdono y ya están bien y así durante unas 36 horas.
Eso estaría muy chido si fuera cierto, pero la verdad es que el gran pecado de una consistió en querer dejar a su marido porque la golpeaba. Y no, para ellos el divorcio es lo peor del mundo, es preferible ser viuda a ser divorciada. Así que ya saben, chínguense a sus maridos y luego vuélvanse cristianas, Dios las va a perdonar pero cuidadito y se divorcian.
Supongo que hasta aquí todo más o menos bien, digo, un poco de drama no hace mal y lo de los gritos y el vómito es catártico y cuántos no lo hemos hecho a escondidas?


Lo más feo del asunto es que el retiro costaba bastante dinero, había muchas señoras humildes que se veía que habían hecho sacrificios grandes para poder ir y bueno, no nos dieron habitaciones individuales ni camas individuales. En cada cuarto debían dormir 4 mujeres y eso me recordó a los barracones de los campos de concentración porque no podías regresar al cuarto - que habías pagado, porque el precio del retiro abarcaba todo y alcanzaba para mucho más de lo que dieron- si no pedías permiso y blablabla. Ah, pero iba yo a contar lo feo, lo feo es que después de haber pagado TANTO dinero todavía te exigían que dieras más. Eso se me hizo horrible, cobrar a fuerzas un diezmo (porque sí, era diezmo y te pedían tu teléfono y tu dirección y demás) con la excusa que "Dios no acepta limosnas" fue más de lo que soporté.

Para mi no sirvió, pero si a ti (que llegas aquí por información de Casa sobre la roca) te sirve, pues que bien, me alegro de que para ti no haya sido una pérdida de dinero, fuerzas y tiempo.

Les cuento todo esto porque por fin encontré a la teología de la liberación y por fin me siento liberada. Me siento a gusto con Dios, creo que me estoy volviendo una mejor persona (vuelvo a ser para los demás) y soy muy feliz.

Ahh, yo les contaba mi día.
Después de nuestra sesión, tuve mi junta con los ex alumnos y fue muy divertido! Vi a muchos que hacía años que no veía y todos son tan Patria! Los quiero mucho, jaja.

Luego regresé a casa y comí y después programe la próxima reunión para los ex alumnos y leí el primer capítulo de una gran novela que escribió un joven al que admiro demasiado y volví a jugar con Parsi después de alimentar a Napo y fui muy feliz riendo con comedia stand up con mi papá y después escuché música oaxaqueña con mi mamá y después vi un corto sobre un perrito tan lindo que me daban ganas de apachurrarlo aunque fuera un dibujo con mi hermano y luego subí imágenes al Facebook y luego heme aquí, escribiendo como me fue en el día mientras escucho música que no conocía en Grooveshark.

Ah, si me hackean o eliminan mi blog o me vuelvo un "daño colateral", culpo directamente a Casa sobre la roca porque se sabe que no les gusta ser "difamados" por "delincuentes" como yo.


*Julio Herrera, Desolación Absurda.