jueves, 16 de mayo de 2013

Recuerdos de mis borracheras juveniles...

No sé porqué se me vino a la cabeza esto, pero quiero documentarlo antes de que se me olvide más de lo que ya se me olvido.

Creo que empecé a beber a los 16 años (mamá, si lees esto, recuerda que eres ignaciana y los golpes no lo son), con amigas.
Escribo amigas porque es verdad, sólo recuerdo 3 o 4 ocasiones en las que bebí en presencia de algún muchacho, supongo que hasta para eso era mojigata.

Muchas de estas "borracheras" eran en un parque cercano a la prepa, todo comenzaba los jueves o viernes antes de las 12, alguien decía "Como que me antojo un Kosako" y todas decíamos "Va, saliendo vamos al parquecito".
Como teníamos un presupuesto bastante limitado y éramos unas 7 niñas, cooperábamos para comprar los más despreciables brebajes que había porque eran baratos y pegadores.
Excepto Tonayán, nunca en mi vida bebí eso, tengo un poquito de dignidad todavía.

En fin, cuando bien nos iba o era alguna celebración especial, conseguíamos comprar una botella de Oso Negro o Reyes y éramos muy felices, comprábamos un vaso de unicel en una juguería.
En contadas ocasiones íbamos a casa de una amiga y ahí nos poníamos a escuchar música, fumar y bailar, nos sentíamos bien malas tipo las Skins parties, ja, que ilusas (Nunca he ido a ninguna de esas densas de verdad, pero me gustaría ir a observar).

En estos momentos recuerdo 3 borracheras, pero claro que hubo más.
La primera se dio en la casa de la amiga que les menciono, yo había provocado sin querer, lo que la hizo memorable.
El chiste es que era la primera peda en la que invitábamos a un niño, era un chico buena onda que sabía preparar tragos porque su tío era bartender, entonces estábamos felices, abrimos bolsas de frituras y en un rato nos sentimos a platicar todos.
Lo memorable ocurrió en ese rato, mientras platicábamos el chico se fue inclinando hacia otra amiga hasta quedar recargado en ella, y ella solo atinaba a verlo con una sonrisa estúpida en la cara (la típica sonrisa que pones cuando ya no sabes ni que onda) y empezaron a acaramelarse. Obviamente las que estábamos menos mal, los separamos y fue de no mames, que paso?
Luego de eso, mi amiga quedo con un trauma severo porque bautizamos esa tarde con su nombre debido a lo que había pasado.
Creo que en esa fiestecilla, también varias tuvimos que vomitar en cubetas antes de irnos (no debíamos llegar intoxicadas a nuestras casas) porque el baño estaba ocupado. Muy teen, no?

La segunda fue en el parque, fue en la fiesta de otra amiga, N., que era la que más aguantaba. Compramos varias cosas, pero por primera vez probábamos el Reyes y puff, eso noqueó a todas las que le entraban durísimo. N. quedo completamente despatarrada en el pasto, boca abajo y toda la onda, y como todas estábamos muy felices, nadie la ayudaba a levantarse porque nada más de intentarlo nos daban ataques de risa fortísimos. Hasta que llego el chico de la borrachera pasada, X., le pondremos.
X. levanto a N. del suelo tomándola por las axilas y N., fúrica, empezó a gritar:
- Pinche X. pendejo, suéltame, pendejo.
N. sólo pendejea cuando ya está muy ebria, pero X. se ofendió y la soltó, obviamente N. fue a dar al piso de nuevo, no metió ni las manos y desde el suelo volvía a gritar:
- Pinche X. pendejo, ¿por qué me soltaste, wey?
Eso hizo que me riera mucho, y todavía me saca una sonrisa, fue genial!
Creo que en esa peda vi un poco de marihuana por primera y única vez en la vida, sólo la vi, realmente nunca me he drogado.

La tercera fue una ocasión especial también, para ese año una amiga, la Peque, se había cambiado de prepa y no la veíamos muy seguido, entonces fue a la prepa y armamos algo rápido. No sé, o más bien, no recuerdo como se corrió la noticia de que algunas íbamos a ir a beber, porque de pronto otro chico nos prestó su casa y más compañeros empezaron a dar cooperación. Creo que esa vez tomamos Oso Negro y algunas cervezas.
Recuerdo que empecé bien hardcore porque quería estar feliz y tenía que llegar a las 5:30 con mi papá y ya eran como las 4, entonces puff, tome mucho y rápido.
Lo memorable aquí fue después, la Peque y yo nos fuimos primero que nadie y tomamos la misma ruta. Mi cel empezó a sonar mientras caminábamos y nos reíamos como idiotas por sabrá Dios qué, y como no lo encontraba, tuve la genial idea de vaciar mi mochila a media calle y ponerme a buscar. Lo bueno es que era una zona segura, sino creo que nos hubiera ido muy mal.
Bueno, quien llamaba era mi mamá, y yo, aguantándome la risa como podía, le dije que me iba a regresar con mi papá.
Tomamos el metro (yo siempre me pierdo en el metro) y a la Peque le daba miedo dejarme sola, pero ella también debía llegar temprano a su casa, pero de todas formas supe que podía contar con ella.
Mi papá no se dio cuenta de nada cuando llegue.

Creo que a pesar de que estás borracheras se podrían considerar muy light para los experimentados ya que ninguna me causo cruda o me valió las amenazas de ser internada en una clínica, ni probé sustancias ilegales, en retrospectiva creo que mi adolescencia valió mucho la pena.
He dejado de beber porque estoy defectuosa y al parecer, el alcohol agrava mis males, además, la última vez que lo hice y fue realmente grave, fue por una idiotez, entonces no quiero agarrarle gusto ni nada así. Mejor dejarlo por la paz.

Ah, por cierto, recuerdan el desmayo y esas cosas raras? Al parecer el diagnóstico no fue acertado porque me tomaron la presión otra vez y está muy muy normal. No sé si la vez pasada estaba alterada o el aparatejo ese que usan no sirve /:
Bueno, hoy dormí mucho, así que aunque no tengo demasiado sueño, ya no me duele la cabeza ni me siento mareada.
Tal vez lo que necesitaba era descanso.

Fin de la eufórica nostalgia por mi juventud.

0 Gozosas glosas:

Publicar un comentario

Make me happy.