viernes, 29 de agosto de 2014

They make me feel I'm falling down...

Sueños raros de nuevo.

No tienen un patrón que yo pueda identificar, ni en cuanto a su contenido ni a su frecuencia.

Está vez no fueron raros por ser abstractos o extraños.
Fueron raros porque tenían un guión perfecto, angustiante, que me da escalofríos sólo de recordar, que no sé como explicar y que por un extraño motivo que no entiendo, quiero repetir.

Supongo que esa explicación de la basura de mi subconsciente y demás sería aplicable a estos sueños, pero ciertamente, no me parece satisfactoria.

No digo que sean algo más, no como una vida paralela al menos...
Odio no saber, en verdad, lo detesto muchísimo.

Pensaré mucho en esto, hasta sacar algo en claro.


miércoles, 27 de agosto de 2014

Dame tu Amor y tu Gracia, que con esto me basta.*

Todos los sábados distintas personas de algunas partes del DF y del EdoMex nos preparamos para un ritual.

Me gusta imaginar que cada uno de nosotros se levanta, desayuna, hace algunos recados, se acicala y prepara lo que llevará a la reunión.
Algunos llevan sándwiches, empanadas, panquecitos, tamales, café, fruta fresca, botanas.
Todos llevamos disposición a Amar y a Ser.

Nuestra reunión es una muestra clarísima de interculturalidad por la que toda universidad babearía.
¿Conocen la película "The Breakfast Club"? Ya saben, ¿esa donde 5 chavos gringos pertenecientes a distintas tribus se vuelven amigos a raíz de que los castigan? Pues nuestra reunión es más diversa que esa.

Estudiamos la vida de Jesús, sí, pero un Jesús humano, alguien sin magia ni trucos, alguien a quien a mi se me facilita más intentar emular.
No importa si alguno es católico o cristiano o agnóstico o ateo o testigo de Jehova o pastafari. No importa si eres un niño o un adulto (aunque todos son ambos). No importa de donde vengas ni adonde vayas. Sólo importan Ser.

Todos los sábados aprendo algo nuevo. Y se siente bien.
No es fácil, a veces caes en cuenta de que no has actuado exactamente bien, que tienes actitudes feas y que no eres tan bueno como creías.
Pero nadie te lo echa en cara, te das cuenta solito. Los demás se dedican a quererte por lo que eres. Eso hace que te esfuerces por ser bueno. Por ser tú, ser mejor. Ellos tienen paciencia para guiarte cuando pides consejo, se dan cuenta cuando necesitas ayuda o aliento.

Aliento es una palabra curiosa. Hace algunas sesiones mi mamá pregunto qué era el espíritu. Todos nos quedamos pensando y algunos dieron opiniones. Espíritu, espirar, aliento, soplo de vida, alma.

Juan fue quien le dio la respuesta a mi mamá. Le explico la etimología, como se usaba en la antigüedad, lo que significa para él.

Juan me enseña muchas cosas valiosas. Me ha enseñado que debo amar a los demás por quienes son, no por quien quiero que sean, que no se vale querer cambiar a los otros sólo para estar más cómoda, que todo tiene su tiempo, que es mejor ser humilde que ser soberbio. No sólo lo hace con palabras, todas sus acciones demuestran quién es él y es un ejemplo a seguir.
No digo que sea perfecto, porque nadie lo es. Pero es un hombre congruente, directo,  amable (en el sentido de cortesía y en el sentido de que es fácil de amar). Es apasionado. Siempre da las gracias cuando le comentas algo. Sabe muchísimo y enseña muchísimo.
Él fue quien puso lema a los ex alumnos del Patria: Semper in lucem veritatis.

Este último sábado, Juan no fue a la reunión. No fue porque no está bien de salud.
De verdad, espero con toda el alma que se recupere pronto.
Sé que Dios hace las cosas con motivo, pero yo quiero aprender más cosas de él. Quiero que vuelva a explicarnos el significado de alguna palabra o que nos recite algún pasaje de la Biblia. Quiero que nos cuente algún suceso que le haya pasado. Quiero que me explique mejor los Ejercicios.
Sí, soy necia. Pero eso es lo que quiero.
 
Dicen que un buen cristiano es aquel que cree, que es firme en sus convicciones, que se fía plenamente de Dios, que aguanta las incomprensiones de otros. Juan es un buen cristiano, claro que lo es. Pero también es una buena persona, un buen amigo, un gran maestro.

Todos los sábados, me reúno con muchos amigos para aprender, para Ser y para Amar.
Juan es una parte muy importante en estás reuniones, como todos los que van. Aunque él no vaya, lo sentimos y lo amamos.
Pienso frecuentemente "¿Qué diría Juan?"
Espero verlo pronto.




*Esto lo escribe Ignacio de Loyola:
 "Toma Señor y recibe,
toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento,
toda mi voluntad, mi haber y poseer;
Tú me lo diste, a Ti Señor lo torno,
todo es tuyo, dispón de mí según tu voluntad,
dame tu Amor y Gracia que esto me basta".