lunes, 6 de octubre de 2014

He pasado de la conciencia de la poesía a la poesía de la conciencia...*

El sábado en el Patria hablamos sobre saltos al vacío.
Un salto al vacío es cuando "te cae el veinte", cuando te enfrentas a la realidad pura y dura, cuando abres los ojos, cuando Resucitas...

Es lo más doloroso en la vida de un ser humano.
¿Por qué?
Porque para resucitar, necesitas morir primero.

Y sí, muere tu ego. Se truena tu burbuja de seguridad. Te quitas la venda de los ojos. Y miras.



Es muy difícil ver la realidad de los que nadie quiere ver.

Desde hace unos años, en mi país todo se ha tornado rojo y gris. De tanta sangre derramada, futuros cortados, destinos inciertos, desesperanza, indiferencia y odio.

El odio es lo único que puede explicar como a un joven estudiante lo desollan vivo por protestar.
La desesperanza es lo único que puedo aceptar como motivo de que nadie haga nada contra el verdadero culpable.
La indiferencia... es lo que me mata.

Hoy en una conferencia, vimos un trozo de la película "7 cajas" para estudiarla desde una perspectiva lingüística. Yo la odie.
Odie ese tono de tragicomedia para ilustrar una realidad muy parecida a la que a veces veo a pocas calles de mi casa.
Odie que digan que "muestra una visión poco conocida para el turista estadounidense".
Me dejo dolor de cabeza y un mal sabor de boca, pero no entendía porqué, hasta que camino a casa, me topé a dos chicas que probablemente son menores que yo pero se veían muy desgastadas a causa de su maternidad y estilo de vida.
Apenas hablaban español... Y es su lengua materna. La única, me atrevería a decir.
Las manos desgastadas por los quehaceres y el trabajo sostenían a sus hijos, pequeños, en pañales todavía, pero que ya tienen el destino decidido por la mierda de Estado que tenemos.
Debatían como conseguir ayuda alimenticia, pero siendo pobre y sin instrucción, el mundo está en tu contra.
 No, no es cierto. ¿Cómo puede estar en tu contra alguien que ni siquiera admite que existes?
El problema no es que no admita tu existencia. Es que hace todo lo que está en su mano para que no lo hagas. No quiere que existas, pero tampoco quiere que desaparezcas. La maquinaria necesita que la echen a andar. Entonces los crean a ellos. Ellos parecen humanos. Pero están condicionados para ser infrahumanos.
Sin una dirección fija, estás chicas rentan, para sus familias en constante crecimiento, probablemente un cuarto sin baño propio, en una calle que colinda con el canal de la Compañía.
Si siguen como están (sería raro que mejoren, para ellos los cambios siempre son para empeorar), sus hijos irán a alguna escuela pública deficiente. Seguramente no conseguirán becas de excelencia escolar, porque ¿quién saca 10 en la escuela cuando tienes que trabajar para comer? (Eso si deciden que comer es mejor que drogarse).  Quizás lleguen a secundaria. Quizás la terminen. ¿Nivel medio superior? Eso no es para ellos.
Ellos probablemente terminen en la economía informal, si bien les va. O rentando una combi. O, si forman una familia y ven a sus hijos morir de hambre, quizá opten por la delincuencia para alimentarlos.
 ¿Por qué querría ver yo una película que no muestra la dimensión verdadera de una realidad que nadie quiere ver?
Disculpen, quizá no tengo sentido del humor ni sé nada sobre el cine, pero...

Cuando saltas al vacío tienes algunas opciones. Dejarte caer y matarte. Agarrarte a algo con uñas y dientes y frenar la caída mientras cierras los ojos para negar el vacío. Ponerte un paracaídas y ver donde aterrizas.
Pero no vuelves a subir.

Está es una de las películas que te provocan un falso salto. Lo ves, puedes sentirlo, pero no lo VIVES. No caes de verdad. Pero puedes jactarte ante tus amistades y decir "No mames wey, ¿viste cómo vivían esos cuates? Puta, dude, que poca madre tiene el gobierno. Lo bueno es que acá no estamos tan jodidos, ¿no?" y negar con la cabeza, orgulloso de tu conciencia de clases, mientras saboreas un café de 70 pesos y pasas de largo ante la señora que vende dulces en la banqueta y sostiene un nene de pocos meses con manchas de anemia en la cara.

 

Ese es el sacrificio que el Dios en el que yo creo nos pide. Ponte el paracaídas y confía en él. Ayuda todo lo que puedas. Sé alguien. Sirve para que otros sean. Quizá no puedas cambiar la vida de tooodooos los que necesitan ayuda, pero si puedes ayudar a unos cuantos, el que estés vivo tendrá algún sentido.

  *Cántico nuevo. Cintio Vitier.

viernes, 29 de agosto de 2014

They make me feel I'm falling down...

Sueños raros de nuevo.

No tienen un patrón que yo pueda identificar, ni en cuanto a su contenido ni a su frecuencia.

Está vez no fueron raros por ser abstractos o extraños.
Fueron raros porque tenían un guión perfecto, angustiante, que me da escalofríos sólo de recordar, que no sé como explicar y que por un extraño motivo que no entiendo, quiero repetir.

Supongo que esa explicación de la basura de mi subconsciente y demás sería aplicable a estos sueños, pero ciertamente, no me parece satisfactoria.

No digo que sean algo más, no como una vida paralela al menos...
Odio no saber, en verdad, lo detesto muchísimo.

Pensaré mucho en esto, hasta sacar algo en claro.


miércoles, 27 de agosto de 2014

Dame tu Amor y tu Gracia, que con esto me basta.*

Todos los sábados distintas personas de algunas partes del DF y del EdoMex nos preparamos para un ritual.

Me gusta imaginar que cada uno de nosotros se levanta, desayuna, hace algunos recados, se acicala y prepara lo que llevará a la reunión.
Algunos llevan sándwiches, empanadas, panquecitos, tamales, café, fruta fresca, botanas.
Todos llevamos disposición a Amar y a Ser.

Nuestra reunión es una muestra clarísima de interculturalidad por la que toda universidad babearía.
¿Conocen la película "The Breakfast Club"? Ya saben, ¿esa donde 5 chavos gringos pertenecientes a distintas tribus se vuelven amigos a raíz de que los castigan? Pues nuestra reunión es más diversa que esa.

Estudiamos la vida de Jesús, sí, pero un Jesús humano, alguien sin magia ni trucos, alguien a quien a mi se me facilita más intentar emular.
No importa si alguno es católico o cristiano o agnóstico o ateo o testigo de Jehova o pastafari. No importa si eres un niño o un adulto (aunque todos son ambos). No importa de donde vengas ni adonde vayas. Sólo importan Ser.

Todos los sábados aprendo algo nuevo. Y se siente bien.
No es fácil, a veces caes en cuenta de que no has actuado exactamente bien, que tienes actitudes feas y que no eres tan bueno como creías.
Pero nadie te lo echa en cara, te das cuenta solito. Los demás se dedican a quererte por lo que eres. Eso hace que te esfuerces por ser bueno. Por ser tú, ser mejor. Ellos tienen paciencia para guiarte cuando pides consejo, se dan cuenta cuando necesitas ayuda o aliento.

Aliento es una palabra curiosa. Hace algunas sesiones mi mamá pregunto qué era el espíritu. Todos nos quedamos pensando y algunos dieron opiniones. Espíritu, espirar, aliento, soplo de vida, alma.

Juan fue quien le dio la respuesta a mi mamá. Le explico la etimología, como se usaba en la antigüedad, lo que significa para él.

Juan me enseña muchas cosas valiosas. Me ha enseñado que debo amar a los demás por quienes son, no por quien quiero que sean, que no se vale querer cambiar a los otros sólo para estar más cómoda, que todo tiene su tiempo, que es mejor ser humilde que ser soberbio. No sólo lo hace con palabras, todas sus acciones demuestran quién es él y es un ejemplo a seguir.
No digo que sea perfecto, porque nadie lo es. Pero es un hombre congruente, directo,  amable (en el sentido de cortesía y en el sentido de que es fácil de amar). Es apasionado. Siempre da las gracias cuando le comentas algo. Sabe muchísimo y enseña muchísimo.
Él fue quien puso lema a los ex alumnos del Patria: Semper in lucem veritatis.

Este último sábado, Juan no fue a la reunión. No fue porque no está bien de salud.
De verdad, espero con toda el alma que se recupere pronto.
Sé que Dios hace las cosas con motivo, pero yo quiero aprender más cosas de él. Quiero que vuelva a explicarnos el significado de alguna palabra o que nos recite algún pasaje de la Biblia. Quiero que nos cuente algún suceso que le haya pasado. Quiero que me explique mejor los Ejercicios.
Sí, soy necia. Pero eso es lo que quiero.
 
Dicen que un buen cristiano es aquel que cree, que es firme en sus convicciones, que se fía plenamente de Dios, que aguanta las incomprensiones de otros. Juan es un buen cristiano, claro que lo es. Pero también es una buena persona, un buen amigo, un gran maestro.

Todos los sábados, me reúno con muchos amigos para aprender, para Ser y para Amar.
Juan es una parte muy importante en estás reuniones, como todos los que van. Aunque él no vaya, lo sentimos y lo amamos.
Pienso frecuentemente "¿Qué diría Juan?"
Espero verlo pronto.




*Esto lo escribe Ignacio de Loyola:
 "Toma Señor y recibe,
toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento,
toda mi voluntad, mi haber y poseer;
Tú me lo diste, a Ti Señor lo torno,
todo es tuyo, dispón de mí según tu voluntad,
dame tu Amor y Gracia que esto me basta".

jueves, 26 de junio de 2014

Hoy estuve asqueada todo el día.
Eso me asusta.

Así empiezan mis disociaciones; Muerta del asco y del miedo, prefiero no ser yo.

Estoy triste ahora. Y muy cansada. No sé, parece que estoy rota y que rompí mi Ningún Lugar. No puedo.

Temo que sea más fuertemente y duradero que yo.

domingo, 22 de junio de 2014

De disfraces para hacer felices a los niños...

Es tarde.
Apenas estoy acostándome, no porque tenga insomnio, de hecho  estoy muy cansada.

Todo el día fue ajetreado, como mi celular decidió dejar de funcionar el jueves, hoy estuve buscando con mis papás un centro de atención a clientes donde lo pudiesen arreglar. Fuimos a 3 diferentes, el tercero estaba vacío y los técnicos que nos atendieron fueron muy amables. Nokia, te amo.

Eso fue en la mañana, después fuimos al Patria como hemos hecho todos los sábados desde hace algo más de un año.

Saliendo de ahí, fuimos a comprar telas para terminar los disfraces que mi hermano debe llevar a Colonias de Vacaciones, ya que él ya tomó el curso y se va a su primera colonia en algunos días :)
Me hace feliz que vaya. Espero que recuerde cosas agradables de nuestra infancia y me haga recordarlas a mi también.

Bueno, esa es la razón por la cual estoy durmiendo tan tarde. No estoy recordando mi infancia... Acabamos de terminar sus disfraces.

Seé. Mi hermano tiene ESA mala costumbre. Siempre deja todo a ultima hora.

Desde el jueves tengo ataques de risa. No sé porque regresaron, pero es como si fuera un regalo venido de no sé dónde porque yo también quería ir a Colonias, pero por la uni, no pude tomar el curso de animadores u.u

jueves, 19 de junio de 2014

Take a rest as a friend, as an old memoria

Acaso ahora estar triste es un delito?

Memoria viene de la misma raíz que mártir. Eso es, cuando menos, extraño.

Todos hemos estado tristes... por qué está mal decirlo?
Parece que las imágenes de perfección que nos empeñamos en imitar nos hagan creer que estar triste es de mal gusto, inoportuno, obsceno.

Y tan es verdad que pagamos a psicólogos para que nos escuchen hablar de nuestros pesares, que escribimos blogs sintiéndonos relativamente libres de hablar de nuestro desencanto porque sabemos que si alguien nos lee es porque quiere hacerlo, no porque se sienta obligado por amistad o qué sé yo.

Siempre ha sido así? Siempre ha estado mal visto decir "Hoy estoy triste. No jodan por un rato. Mundo, déjame en paz, finge que soy invisible, sólo dame un respiro"?
Sé que no siempre, pero casi siempre. En el auge del Romanticismo y eso era normal sentirse desgraciados. En Las mil y una noches narran como se desgarran las vestiduras y se echan cenizas en la cabeza cuando algo les duele. Del 2004 al 2010 estaba de moda tener el corazón roto.

Me hace sentir desconcertada. No tenemos derecho a nuestros sentimientos si no son agradables.
Supongo que aún me queda el consuelo de escribir lo que se me de la gana, porque las letras nunca dejaron de estar mal vistas, pero a los perturbados eso no nos molesta tanto.
Quiero decir que escribimos y pasamos desapercibidos el resto del tiempo, a condición de que no hablemos en voz alta sobre lo que sentimos y que, de vez en cuando, finjamos sonreír para que todo pueda pretender ir bien.


Lo jodido es cuando no dejas de pensar en las ganas que tienes de gritar para despertar a todos los que sí pueden dormir.

martes, 17 de junio de 2014

¿Dónde estará mi vida...

Releía esto, noté que hablo mucho sobre tener el corazón roto, pero eso da lugar a malinterpretaciones.

No tengo el corazón roto por ALGUIEN.
O sea, durante un tiempo sí fue así; Lo he hablado largamente con Noémo y bueno, creo que eso me rompió... me deshizo para siempre.
Siempre he sido extremista. Si duele, que duela de veras, que no sane nunca, que no exista anestesia posible...

OK, pero no estamos hablando de ese tipo de rompimiento ahora. Sólo quería dejar claro que he experimentado esa rotura vulgar por lo que puedo diferenciarla de lo que siento ahora.

No sé si pueda explicarlo de manera clara para los que nunca han vivido algo parecido. Es Dolor e incomodidad.
Incomodidad porque sabes que no está bien, Dolor porque no puedes hacer que eso que no está bien, cambie y deje de estar mal.

Creo que las cosas son blancas y negras. Los grises sirven para justificar la debilidad humana, pero son un invento, no son verdaderas. Aunque quizás si sean necesarias para poder ser funcionales.
Me rompe el corazón que todos vean lo gris rata como algo blanco. Y cuando les expones porqué no es blanco, no escuchen.

Me dijeron que es fácil ser amigo y ayudar a las personas que te caen bien, te parecen lindas o concuerdan contigo, pero lo que es difícil es ayudar a quienes no son como tú para nada.
Pero luego, cuando lo llevas a la práctica, los que no son como tú no lo saben ni lo entienden.
La vida de Jesús es un gran ejemplo, pero creo que es difícil de seguir por eso. Él fue capaz de dar su vida por todos. Y casi nadie se lo agradece, ni trata de ser digno de ese sacrificio, ni nada. Cómo amas a una panda de maleducados ingratos y malos?

La respuesta sería que todos somos así (maleducados, ingratos y malos) pero eso no me convence.
Quizás todos nacemos grises, pero nuestras acciones nos definen como blancos o negros. No podemos quedarnos en lo gris, ya que preferir lo gris es avanzar hacia lo negro.

Quiero ser blanco, puro blanco. Pero tener este tipo de dudas me aleja de eso. Quiero tener la fortaleza necesaria para alcanzarlo, pero sé que para que pase, debo dejar de anhelarlo....
Ay.
O me conformo con azul?

Lo perdido, Borges

sábado, 14 de junio de 2014

Canta de amor y de pena, hazle callar, por favor...

Hoy en la mañana le decía a mi madre que siempre queremos lo que no podemos tener.
Queremos estar en escuelas costosas siendo pobres con un desempeño académico pobre, queremos un tren de vida lujoso en épocas de crisis financieras y ese tipo de cosas.
Yo nunca caí en la cuenta de que esas no son las únicas cosas que queremos tener. Queremos tener el amor incondicional de una madre que prefiere al hermano, queremos el reconocimiento de un profesor que tiene 500 alumnos más, queremos que nuestros compañeros sean buenos y vivan en la justicia cuando ellos nunca han tenido la oportunidad de conocerla y amarla.
Eso es lo que más quiero. Un mundo puro y justo. Puedo vivir en la pureza y la justicia en un mundo corrupto, pero eso no es bastante para mi.
No quiero vivir indignada, pero no puedo hacer que el mundo sea mejor y deje de indignarme.
No me es suficiente estar en el juego sin seguir las reglas.
Quiero un juego nuevo. Pero no puedo tenerlo.

Estoy tan cansada de todo.
He tenido unos días de disociación terribles, todo parece como una película aburrida que ya he visto cien veces y que veré mil veces más.

Ya no hay azul en el cielo. Todo es amarillo y naranja.

Por fin entendí a Juan y a San Agustín; "Todo buen cristiano tiene atribulaciones"
No me considero purista, pero me gustaría poder ser como la mayoría de la gente. No preocuparme por la bondad o la maldad, la verdad o la injusticia.
Que jamás se me pasará por la mente sentir nostalgia ni anhelo.

Pero entonces, que sería de mi indignación?
Si la indignación ante la injusticia se apaga, qué será del mundo?


viernes, 2 de mayo de 2014

Si fuera falso mi juramento, en otros tiempos me olvidarás...

Días extrañísimos.
Tengo mucho tiempo sin actualizar, pero es que no sentía la efervescencia que se necesita para escribir, no sé, me sentía desangelada, sin gran cosa que decir que no fuera auto compasión pura y dura, quizás tan ferviente como siempre, pero que seguramente después me hubiese arrepentido de escribir.

El miércoles por la noche pensé mucho.
Dion dice que ese es mi gran problema. Tengo demasiado tiempo para pensar, o bueno, no es que lo tenga, es que el tiempo que necesito para hacer cualquier otra cosa lo ocupo pensando y al parecer esto no es tan recomendable.
Y pienso en cosas que no debería pensar o al menos no tanto. Son cosas egoístas.
Mi madre dice que mi abuela decía que la pereza es la madre de todos los vicios. Supongo que por pereza se entiende inactividad física, que obviamente trae repercusiones porque si no estás haciendo nada, es más fácil que pienses.
Yo solía decir que pensar es peligroso, porque te hace darte cuenta de cosas que seguramente, si no las rumiarás por tanto tiempo, podrías pasar por alto, cosas que quizás te hagan sentir bien (pero es más probable que te hagan sentir mal).

No sé cuando olvidé que peligroso era.
Pero no puedo evitar pensar y sentir.
Hace mucho tiempo escribí algo como "yo también tengo sed de vivir" y después de tantos años de intentar apagarla, cuando por fin estoy en el lugar correcto en el momento adecuado, la estúpida sed desaparece. Pero no como cuando te sacias con un vaso de agua. Te deja un maldito agujero donde tenía que estar y por más que intentes volver a despertar la sed con experiencias que se supone que lo hacen (tener amigos, platicar, embriagarte, ser superficial, no pensar tanto) la puta sed no vuelve.
Y no sé si es algo bueno o malo, quiero decir, cuando ya no tienes sed significa que ya no es necesario que tomes nada para aplacarla, pero si no necesitas tomar nada más porque ya no está, significa que ya bebiste todo lo que te apetecía o que ya te moriste deshidratado o que no puedes beber algo más que no sea agua?
Es como si una vez que desaparece el sentimiento de estar incompleto (la sed de vivir), te dieras cuenta de que estás más incompleto sin ella.

No he sido prudente, no me siento tan segura como antes de poder escribir aquí todo lo que siento. Es mi culpa, lo admito, y no pensé que fuera a sentirme así o habría obrado con más cautela, pero no puedo arreglar el cántaro y ese cántaro se rompió por mi soberbia, otra vez en escena aunque con un  vestido más humilde.

Creí que mi progreso humano iba muy bien, que yo ya estaba lista y era chingona y que podía ayudar a otras personas. Pero vaya sorpresa! Hay personas que no desean ser ayudadas para convertirse en buenas personas, personas que sólo te hacen perder tiempo, energía y ganas de hacer bien las cosas.
Eso paso porque me precipité a ayudar a otros cuando yo todavía necesitaba ayudarme. Y bueno, creo que desandaré el camino y volveré hasta donde todo iba bien.

No culpo a las personas que no lo valoran (o valoraron) porque fui yo quien decidió ir hasta ellas. Pero eso se acaba aquí. Ya no quiero escuchar penas o pesares gratis. Quiero que me pidan las cosas, no quiero ofrecerlas. 
Siendo un poco más egoísta, cuando termine de prepararme y aprenda a lidiar con el desencanto, podré hacer más.

No aguanto las falsedades de la gente que proclama ser siempre la misma pero no lo es. Si tan sólo pudieran aceptarlo. Odio que me mientan.

viernes, 21 de marzo de 2014

Todo lo perdí. Sólo mis ojos saben aún llorar.*

Hoy todo fue raro.
Por la mañana no me sentía presente. Tuve que entregar un trabajo final que podíamos hacer en equipo pero todo el equipo estaba estresado y nervioso menos yo.
Me salté una clase, quería estar con Mont, mi amiga. Y fue divertido, muy divertido, reí mucho, pero ahora, al recordarlo, no logro sonreír.
Luego salí con otras compañeras y un amigo. Y fue muy aburrido.
Pero no era yo, es decir, estaba sentada en ese antro de mala muerte, con las bocinas enfrente de mi, en una de ambas mesas, escuchando y viendo, preguntándome que era tan gracioso, porqué estaba yo ahí.
Empezamos a jugar botella, de pregunta y respuesta, pero fue muy incómodo. Cada vez me siento más alejada de ese tipo de gente, gente normal, alegre, superficial.

Es como si todo fuese un cuadro con una mancha negra en el centro. Es sutil, pero luego va extendiendo su sombra a todo lo demás, hasta que ya cuadro, sólo existe... negritud?
No lo sé, no sé si quiero que siga, pero es desesperante. Siento que me asfixio.




*CREDO.

jueves, 6 de marzo de 2014

Intente fusionar mi Dolor con el del mundo.
Funcionó de cierta forma; Mi Dolor dejo de ser tan importante, lo hice pequeño porque pensaba en la extensión del Dolor universal y eso hacia que pareciera insignificante.
Pero luego no dejaba de doler nunca, siempre, todo el tiempo.
El corazón roto y la sonrisa en los labios.
Y luego no sentir, porque porque si yo sentía algo malo, el resto también lo sentía.
Al universalizar mi Dolor, mis límites se volvieron difusos hasta que deje de existir.

Luego todo se aclara..

Y me siento más santo por todo el día*

Es triste ver la realidad.
Creen que estoy rara pero en vez de averiguar el porque de mi supuesta incomodidad se ponen a murmurar teorías a mis espaldas.
No estoy cómoda, es verdad.

Me imagino a una niña pequeña que siempre espera que cuando va a jugar al parque los mundos de su cabeza se materialicen en el mundo real y así va todos los días hasta que nota que eso no va a pasar. Sigue yendo al parque pero ya no cree en sus mundos, ve la realidad y entiende que no es posible que esa sea toda la realidad, pero es todo lo que ella puede ver y eso la enoja, es como si el parque se empeñara en ser menos real pero mostrando su realidad de forma cruenta cada vez que ella intenta montar sus mundos allí.
Desazón, decepción, desesperación. Ganas de creer destruidas a diario por columpios viejos y un parque falso.

sábado, 11 de enero de 2014

Tu voz de soledad inquieta cautiva mi alma...*

Inicie un nuevo trimestre en la uni este lunes.
No sé, al parecer mi última materia de tronco común requerirá más tiempo que las que son de mi carrera.
Eso me parece un poco absurdo, pero es mi culpa porque yo metí esa materia con esa profe, en fin... A Dios rogando y con el mazo dando, diría mi papá.

He estado algo depre... Las fechas, supongo, descontrolan mis emociones. Y eso sumado a que todo el mundo quiere que haga lo que ellos quieren y no me dejan respirar en paz, no ayuda mucho.

Dios, a veces me siento muy malagradecida, pero de verdad desde navidades me siento como una marioneta.

Luego estuve enferma, horriblemente enferma. Una espantosa gripa me tumbo en cama durante muchos días, con antibióticos, antiinflamatorios, broncodilatadores y analgésicos.
Así empecé el trimestre, sintiendo que iba a escupir los pulmones en cualquier momento y rogando por morir rápido porque hasta respirar dolía mucho.
Y bueno, no es un comienzo glorioso.

Pero espero de verdad que pueda terminar bien lo que empecé más o menos bien.
Muchos de mis compañeros se dieron de baja, es extraño.

Ahora nos mezclaron con el otro grupo de la generación, es extraño, aún se nota la diferencia porque los miembros de cada grupo se sientan en extremos opuestos de los salones.
Ya no sé si quiero hacer amigos, supongo que mi estado de ánimo no es el necesario para que pueda socializar.
Pero espero mejorar, de verdad, sé que hay gente genial a la que puedo conocer y de quien puedo aprender mucho.

Me gustaría perderme en mi otra vez, alejarme de todo un tiempo, pensar yo sola, gritar si quiero... Sólo debo tener paciencia. Ya entendí que cada vez que anhelo algo que no es lindo ni anhelable, sólo es cuestión de tiempo para que vuelva a estar sola o con el corazón roto o preocupada.
Ya no quiero pedir a gritos sentir. Es inútil, después de todo.

Quisiera vivir en una comunidad real.


*