viernes, 26 de agosto de 2011

El evangelio segun Manuel

“Yo estoy intentando hacer mi evangelio, y me costó, pero todo el
sufrimiento anterior valió la pena porque fue una etapa de aprendizaje”
(Lector, sabes que yo rara vez publico cosas sobre religión, pero este post engloba un poco de todo, o bueno, casi todo)

Ya les había hablado antes de Manuel, un hombre muy sabio con alma de niño travieso, que es uno de mis ejemplos a seguir y al que respeto muchísimo.

Manuel es uno de los fundadores del Instituto Patria Tercer Milenio, escuela en donde estudie la primaria y que en serio fue una de mis mejores etapas educativas.

Cuando ves a Manuel te calmas instantáneamente, porque percibes de inmediato que es una persona que no hace juicios, a la que no necesitas impresionar, con la que puedes pasártela bien sin aparentar algo que no eres. Es un humano humanista.

Hoy vino a comer a casa, es amigo de la familia y creo que todos nosotros le estamos muy agradecidos y tenemos una deuda grandísima con él y con los demás participantes del Proyecto.
Se veía un poco abatido cuando llegó, pero al empezar la sobremesa se animo y platicamos de muchas cosas. Es un honor conocer a una persona así; digamos que él no ve el vaso ni medio lleno ni medio vacío, sino que ve el vaso y piensa en la persona que lo hizo, o en la persona que se lo dio y en cómo ayudarles.

Él dijo hoy que hay que ver siempre a Dios en nuestros semejantes, incluso en las personas en la que es difícil creer, o sea, los delincuentes y así, porque es gente enferma.
Aunque disiento un poco de esto, creo que lo voy entendiendo y eso me hacer admirarlo más, porque conoce el lado perverso de la naturaleza humana y aún así tiene esperanza en ella.

Después de la obligada referencia a la lamentable situación de nuestro país, Manuel comentó que toda su fe estaba en los jóvenes, en esos a los que los “adultos” descalifican por romper el esquema establecido, por ser emos, por intentar encontrar su identidad, “y es que, dice, ya se dieron cuenta que aunque llevábamos mucho tiempo haciendo todo de la misma manera, no está funcionando”.
Espero que alguna vez hayan sentido esa alegría de que alguien tenga tanta fe en ustedes, una fe que no presiona, no estresa, solo te pide que des lo mejor de ti, que seas feliz y ayudes a otros a serlo.
Siendo honesta, creo que yo no he hecho todo lo que podría. Las excusas que puedo dar son miles, cada una menos convincente que la otra, y quizá a más gente le pase lo mismo. Es difícil darse cuenta y aún más difícil asumirlo.
Es decir: “¿Quién soy?”, “¿Soy feliz?”, “¿Estoy bien, en paz?”, “¿Ayudo a alguien?”, “¿Qué más puedo hacer?” son preguntas que hemos aprendido a esquivar por resultar incómodas.
Ser feliz no necesariamente se logra siendo poderoso, estar bien no significa estar sonriendo todo el tiempo, ayudar no es dejar de estorbar.
Realmente sí es todo el peso del mundo sobre tus hombros, pero para mí es algo que vale la pena cargar porque yo puedo ayudar a que todo sea mejor, y también tú.
Para ayudar no necesitas gastar dinero que no tienes o dar algo desmedido que te va a hacer falta, para ayudar solo debes estar dispuesto a hacerlo, a elegir la cosas correctas aunque no resulten tan cómodas o fáciles como las incorrectas, puedes hacerlo escuchando a alguien que no tiene a nadie que lo oiga, y si a ti te oye más gente pues intenta que oiga a los que no se escuchan.
Estoy desvariando un poco, pero no sé, son tantas cosas, es como cuando mantienes una conversación en tu cabeza contigo mismo y son conversaciones tan grandes, que habladas no tendrían ningún sentido.
No demerito el poder de la palabra, es lo mejor y lo peor que tenemos, pero digo que a veces simplemente no es suficiente hablar o escribir para plasmar lo que pensamos.
Diría que se me atragantan los dedos por tantas cosas que tengo que escribir si eso no fuera una sandez, jaja.

Después hablamos sobre como hay gente que no es “cristiana” pero resulta sí serlo. O sea, Gandhi no era cristiano, pero se portaba como tal y pensaba de esa manera.
Nos platico una nueva teoría de las teología moderna sobre la Resurrección de Jesucristo, dijo que Jesús no resucitó tipo se salió de la tumba a los 3 días, sino que resucita en nosotros cada vez que ponemos en práctica sus enseñanzas, su Evangelio, cada vez que hacemos lo que está bien.
No disertare sobre el bien y el mal porque realmente creo que TODOS sabemos lo que está bien y lo que no.
No voy a decir tampoco que yo siempre hago lo que está bien y que nunca me equivoco, porque soy humana y lo hago, aunque intento aprender de mis errores y disminuirlos.

No sé, no puedo describir todo lo que platicamos y lo que dijo, no porque no quiera hacerlo, sino más bien porque además de las palabras está su total fe en lo que dice y siento que eso es muy difícil de transmitir por terceros.

Creo que seguiré asimilando la conversación y pongo como final la frase con la que se despidió de mí.
Gracias por ser.

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