viernes, 22 de enero de 2010

Tan sin nadie a quien amar estaba en esta tierra de amarguras...

Alguna vez han sentido el dolor del abandono?
Estoy en un agujero, tal vez más hondo que antes, y eso me hace recordar tiempos mejores. Cuando tenía a un amigo del alma al lado.
Sigo teniendo amigos, pero para mi desgracia, nadie puede ocupar el lugar que tan de repente quedo vacío, sin explicación, de un momento a otro.

Claro, he hecho buenísimos amigos en el lapso del tiempo que narró aquí abajo, pero la verdad, el era distinto.

Se dan cuenta que en el silencio el ruido se escucha más fuerte? Supongo que en el vacío el Dolor se siente más.

Lo que sigue a continuación es una carta, de esas que nunca llegan a ser leídas por las personas a quien van dirigidas.

Idiota de mí, por extrañarte a ti, cerdo imbécil.

Últimamente no sabes como te he pensado (Odiándote, añorandote, intentando verle el lado cómico al fin abrupto de nuestra amistad), pero sabes qué?
Gracias.

Gracias por irte y dejarme con la ilusión de que nos volveríamos a encontrar algún día.

Gracias por fingir que eramos parecidos y que compartiamos cosas.

Gracias por no estar aquí cuando más te necesitaba.

Gracias por no estar aquí evitandome lloriquear en tu hombro cuando las cosas se ponen difíciles.

Gracias por dejar que la distancia interrumpiera nuestra amistad de años.

Gracias por no contestar todos los e-mails que te he enviado.O los mensajes de voz, porque nunca contestas el telefóno.

Gracias por hacer que cada día se sienta más todo lo que perdimos juntos.

Gracias por no haberme enviado un mensaje para que me despreocupara cuando dudaba si estabas vivo.

Gracias por no evitarme o aligerarme el dolor punzante que siento cuando noto que estoy sola. Porque lo estoy.

Gracias por haberme obligado a enfrentarme sin compañía a retos cada vez más difíciles.

Gracias por el inmenso dolor de haberte conocido.

Gracias porque fuiste mi primer amigo.

Gracias porque creí que estaríamos en contacto.

Gracias por dejarme en el error de creerme especial en tu vida.

Gracias por cuidarme, protegerme, o lo que fuera que hacías. (O pretendías hacer)

No mentire, no puedo decirte que tu ausencia me ha hecho independiente. Solo me ha fortalecido un poco.

Estoy enojada, contigo por que no estás y conmigo porque te extraño, porque te quiero, porque te sigo considerando especial, porque sé que no vas a volver y no puedo evitar estar pendiente por si apareces.

No es una carta de amor frustrado, no esta terminada por que no tengo agallas, no la envío porque sé que el sobre no va a ser abierto.

Es curioso que cuando piensas en tus pérdidas te sientas más solo.

0 Gozosas glosas:

Publicar un comentario

Make me happy.