Siento no ser constante.
Cada vez que parece que voy agarrando ritmo pasa algo raro que me descontrola y no me deja seguir.
Tengo muchas ganas de escribir, pero no sé. No me siento cómoda forzando las palabras.
Leí algo sobre como dominar las palabras, pero no quise tomarlo muy a pecho. Yo no creo que las palabras puedan ser dominadas. A veces, por gracia, te salen cosas hermosas gracias a las palabras, pero siento que la mayoría del tiempo no podemos estar a su altura.
En mi casa están ahora mi tía Eunice y Elena, su mamá, segunda esposa de mi abuelo que me quiere como a una nieta. Tecleó mientras mi cabeza duele. Espero encontrar sosiego en esto.
No fui regañada ni nada por el estilo. Creo que mi autoreclusión me daño la capacidad de estar fuera de casa todo el día.
Estoy cansada. Mañana intentaré escribir un poco.
*Lucy, Ricardo Gómez López.
¿Dónde estás?
Hace 13 años.
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