martes, 12 de febrero de 2013

Nos revolvemos clamando hacia el no ser...*

De lo que una se entera viajando en transporte público.
 No sé si yo sea muy chismosa o la gente tiene necesidad de ser escuchada cuando habla de cosas truculentas.

En una sola persona vi mezquindad, zalamería y un desprecio escalofriante por la vida.
Hablaba un señor de unos 30 años (acompañado por una jovencita que no debía tener ni 20) con alguien por celular, y le decía que si no quería que le clausuraran la obra, les diera 100 mil (pesos) a los familiares para que recogieran en chinga el cuerpo, que lavara y que tenía media hora porque hasta ahí lo podía ayudar.
Cuando su pareja lo interrogó, el señor dijo "Ya se mato otro pendejo, me dice este wey que era un chamaco que se estaba moneando en el quinto piso, como no traía protección se cayó de cabeza y la hamaca le cayó encima salpicando sesos".
La tipa no dio ninguna muestra de compasión. Dijo solamente "Van a tener más problemas porque era menor de edad" y ya.

Me quedé con cara de "QUÉ ONDA CON ESTE TIPO", así, en mayúsculas.
Luego volvió a sonar su celular y el tipo contesta todo petulante "¿Quién habla?" luego le cambia la expresión totalmente y dice "Licenciaaado, ¿cómo está usted? ajá, ¿ya se enteró de lo de la obra? hay otro muertito. No, pues usted dígame a dónde quiere que lo metamos, al reclusorio norte o al sur. Ajá, usted dirá. No, estoy muy lejos, mejor voy a ver la obra. Le dije que les diera 100 mil a la familia para ayudarlos con el funeral. Sí señor, (da un número que no memoricé porque no soy taaaan chismosa) ese es su número, luego que le deposite (no supe si a los familiares del chico muerto o al licenciaaado), sí señor".
Pueden creer que se muestre tan doble cara tan rápido? Me disgusto mucho.

Iba rumbo a la Casa de las bombas, que es un centro comunitario cultural de la UAM Iztapalapa para ver un documental de Sébastien Lifshitz llamado "Los invisibles" que es parte de la gira de documentales de Ambulante, espero poder mostrarles una reseña pronto, ya que me invitaron muy amablemente a publicar mis comentarios en Detournement.


Pero después vi a otra persona, Thérèse, quien es buena, ama y lucha por los derechos humanos igualitarios. No pude contenerme y fui a abrazarla, a pesar de que algunos me veían como si en cualquier momento accionara una bomba o algo así. 

"Sigue luchando" Me dijo. Y eso haré.

Al final, los buenos siempre ganan, saben?


*Macedonio Fernández, Poema al astro de luz memorial.

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